martes, 13 de mayo de 2008

EL SER HUMANO ES EL ÚNICO CREADOR DEL EFECTO DOMINÓ





A continuación nos permitimos transcribir un pequeño fragmento sobre lo que expresó este escritor Venezolano H. Dubric, del llamado EFECTO DOMINÓ.

«Observen ustedes, hace algún tiempo se comenzó a hablar del «efecto dominó», y este término (según los estudiosos) partió precisamente de la industria, siendo utilizado después en los asuntos de NEGOCIOS».

«Este concepto fue tomando fuerza, como explicación gráfica, por la cadena de hechos simultáneos, que progresivamente van generando una serie de acontecimientos, desatando CRISIS por doquier. Es la misma valoración que los teorizantes utilizan en política como «efecto bola de nieve».

«Cuando una ficha cae, al resto de las piezas, sólo les queda aguantar, o acompañar con más fuerza ese empujón de su oponente, y esto es fundamental revisarlo, pues estamos transitando cada vez más por terrenos que presentan precipicios insondables, siendo los únicos responsables de todos estos eventos, NOSOTROS MISMOS».

«El único inconveniente que he percibido, es que, muchos piensan que «esas fichas caídas del dominó» pueden levantarse así sin ton ni son, para dar inicio a un nuevo juego y no es así».

«Todo lo que inicia es claro que tiene su final, y es evidente que ésta civilización se encuentra en esa etapa final, así muchos no lo quieran aceptar. Ya las fichas principales del dominó rodaron y lo que estamos percibiendo es producto de la barrida. Por eso afirmo que esperamos más consecuencias».
«Muchos presumen, que pueden detener esta debacle existente. Por eso es que dicen que el problema es Político y se equivocan. Les es muy dificil comprender, que ya nada podemos hacer para detener, tales circunstancias o consecuencias».

«Esta bola de nieve agarró mucha fuerza, producto de que nos encontramos en el principio del fin, es decir, llegamos ya al llegadero. NO HAY SALIDA AFUERA, sino dentro de nosotros mismos».

«El ciclo de ésta humanidad ya terminó, sólo faltan algunas consecuencias, que serán terribles y dolorosas, nada quedará en pie. Y es claro que la soberbia y tozudez de este ente «mal denominado humano» será bajada de su pedestal y pagará muy caro el daño causado a la naturaleza y a sus iguales».


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